Al ser uno de los materiales más usados para la construcción, el concreto tiene que cumplir con diversas especificaciones, reguladas en cada país y de acuerdo con el perfil de la estructura que vamos a construir. No puede ser el mismo concreto para un durmiente en una vía que para un piso epóxico.
Así pues, se fabrican concretos basados en cierta resistencia y con características específicas necesarias para una obra, que solamente se logran mediante la inclusión de aditivos (1).
Los aditivos son elementos para el concreto que, además del agua, los agregados, el cemento y, en ocasiones, las fibras de refuerzo, se añaden inmediatamente después del mezclado o durante este (2).
La elección del aditivo depende de muchos factores. En principio la estructura, pero también la ubicación, el proceso constructivo y el presupuesto (1). Por ello es importante buscar la asesoría de expertos.
En este artículo te presentamos los diferentes tipos de aditivos, para qué se usan y algunas otras consideraciones respecto a estos químicos que, añadidos en pequeñas proporciones al concreto, y también en pastas y morteros, modifican adecuadamente sus propiedades.
Los aditivos al ser integrados en el concreto, modifican sus características de forma prevista y controlada. Aunque no es una regla añadirlos siempre, hay ocasiones en que, según ciertas condiciones o el tipo de obra, se vuelven imprescindibles (3).
En este sentido, el uso de los aditivos dependerá de que el resultado deseado se obtenga sin variar significativamente la dosificación básica de cada tipo y de que el producto no tenga efectos negativos en otras propiedades del concreto.
Los aditivos logran, de forma general, mejorar el desempeño del concreto frente a determinadas condiciones y asegurar la calidad del elemento en contextos ambientales extremos, durante su mezclado, transporte, colocación y curado.
Por ello, las razones más comunes para usar aditivos son aumentar la trabajabilidad del material, sin modificar su contenido de agua; reducir el volumen de esta, sin cambiar la trabajabilidad; ajustar el tiempo de fraguado; y reducir la segregación o el sangrado (1).
Asimismo, los aditivos pueden ayudar a aumentar la resistencia del concreto y acelerar la tasa de desarrollo de resistencia en edades tempranas, a reducir la permeabilidad y mejorar la durabilidad potencial, así como compensar las propiedades débiles que pueda tener el agregado.
Tipos de aditivos para concreto
Manejo seguro de los aditivos para concreto
Casi todos los aditivos son soluciones acuosas compuestas de químicos activos. Esto da la pauta para poder manejarlos. Algunas de las consideraciones mínimas son (1):
• Se debe evitar su congelación. Los aditivos llegan a congelarse a 0 ºC o poco debajo de esta temperatura; cuando esto pasa, los químicos se cristalizan fuera de la solución y es difícil que regresen a la misma al descongelarse, por lo que debe evitarse su resguardo a temperaturas frías.
• Deben protegerse contra las altas temperaturas. El calor incrementa la velocidad de degradación de los químicos, por lo que los aditivos deben almacenarse en un ambiente templado.
• Degradación. Aunque usualmente los aditivos incluyen componentes que reducen la velocidad de biodegradación, con el tiempo su actividad y efectividad menguarán, por eso es importante que no tenga una vida muy larga en anaquel.
• Las dosis. Este es un aspecto elemental en el manejo de los aditivos, pues asegura un rendimiento satisfactorio de la mezcla; además, el uso de equipo apropiado y en buen estado también es importante para conseguir el efecto deseado.
Enlace bibliografico: Aditivos para concreto: tipos y sus usos l PSI Concreto
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